La residencia del embajador argentino en Caracas: un refugio bajo asedio
En la tranquila y desierta residencia del embajador argentino en Caracas, los días transcurren sin las habituales actividades diplomáticas ni los sonidos típicos de la época navideña. El único ruido que rompe el silencio es el zumbido ocasional de un pequeño generador diésel que los refugiados políticos encienden dos veces al día para cargar sus teléfonos. Más allá de eso, el castillo permanece inmóvil como una prisión de gran tamaño habitada por un puñado de personas. En lugar de diplomáticos, en el complejo se alojan cinco miembros del equipo del líder opositor venezolano María Corina Machadoquien solicitó asilo político en…